A veces, algo tan simple como cambiar la forma de presentar los alimentos puede marcar una gran diferencia. En las sesiones de alimentación infantil, la manera en que el niño percibe el entorno, los utensilios y la comida influye directamente en su disposición a probar y disfrutar nuevos alimentos.
Para favorecer una experiencia positiva, utilizo distintos recursos que estimulan los sentidos y promueven la autonomía:


Cada pequeño detalle cuenta. Adaptar la presentación y el entorno a las necesidades sensoriales y emocionales del niño puede transformar la experiencia de comer en un proceso más placentero y exitoso.
